
Me gusta cantar bajo la ducha mientras me enjabono la espalda, porque es el único sitio donde no lastimo los oídos a nadie.
Me gusta comer chocolate sentada en mi cama mientras juego con los dedos de mis pies, porque recuerdo mi infancia donde todo era menos complicado.
Me gusta mirar películas antiguas como las de Cantinflas con un buen bote de palomitas de maíz, pues me hace dar cuenta que el pasado tiene cosas buenas por más 3D que exista.
Me gusta tomar fotografías a situaciones comunes porque los actores de las fotografías hacen que sean situaciones únicas para ellos.
Me gusta la actitud positiva y la mirada de seguridad de las personas, porque me transmiten paz, equilibrio y sé que serán buenos bastones cuando los necesite.
Me gusta las tacitas de chocolate acompañadas de tostadas con mantequilla de maní, porque a los 8 años descubrí lo rico de la combinación y desde entonces me declaro adicta.
Me gusta los perros y fresas pero súper lejos, porque Dios decidió que sea alérgica.
Me gusta la natación en especial cuando lo práctico por diversión, porque allí puedo estar con las personas que yo más quiero...mis amigos.
Me gustan las personas gorditas porque adoro sus abrazos en invierno y en verano.
Me gusta la buena comida, porque en mi casa tengo dos chef´s, uno de profesión y otro por vocación.
Me gusta la lluvia y la nieve, porque allí puedo usar mis botas y tomar muchas tacitas de chocolate caliente sin parar.
Me gusta andar descalza en casa, porque desde que aprendí a bailar ballet no puedo dejar de hacerlo.
Me gustan las artes marciales, porque imparten disciplina y yo necesito mucho de esa.
Me gusta la comida oriental, porque tienen la combinación perfecta, vegetales y arroz.
Me gusta viajar al campo, porque allí puedo verte todo el verde posible…me encanta.
Me gusta la gente morena, porque tienen un sabor al bailar.
Me gustan los hombres mayores, porque sus consejos son más certeros.
Me gustan los hombres menores, porque así no olvido mi lado pequeño e infantil.
Me gusta leer, porque así tendré más temas de conversación y podre replicar.
Me gusta llevar la contraria, porque así puedo ver el nivel de tolerancia y paciencia de la otra persona.
Me gusta estar sola algunos fines de semana, porque quiero un tiempo para mi sola.
Me gusta y me seguirán gustando mucho más cosas, pero por ahora solo quiero escribir sobre estas.
Me gusta comer chocolate sentada en mi cama mientras juego con los dedos de mis pies, porque recuerdo mi infancia donde todo era menos complicado.
Me gusta mirar películas antiguas como las de Cantinflas con un buen bote de palomitas de maíz, pues me hace dar cuenta que el pasado tiene cosas buenas por más 3D que exista.
Me gusta tomar fotografías a situaciones comunes porque los actores de las fotografías hacen que sean situaciones únicas para ellos.
Me gusta la actitud positiva y la mirada de seguridad de las personas, porque me transmiten paz, equilibrio y sé que serán buenos bastones cuando los necesite.
Me gusta las tacitas de chocolate acompañadas de tostadas con mantequilla de maní, porque a los 8 años descubrí lo rico de la combinación y desde entonces me declaro adicta.
Me gusta los perros y fresas pero súper lejos, porque Dios decidió que sea alérgica.
Me gusta la natación en especial cuando lo práctico por diversión, porque allí puedo estar con las personas que yo más quiero...mis amigos.
Me gustan las personas gorditas porque adoro sus abrazos en invierno y en verano.
Me gusta la buena comida, porque en mi casa tengo dos chef´s, uno de profesión y otro por vocación.
Me gusta la lluvia y la nieve, porque allí puedo usar mis botas y tomar muchas tacitas de chocolate caliente sin parar.
Me gusta andar descalza en casa, porque desde que aprendí a bailar ballet no puedo dejar de hacerlo.
Me gustan las artes marciales, porque imparten disciplina y yo necesito mucho de esa.
Me gusta la comida oriental, porque tienen la combinación perfecta, vegetales y arroz.
Me gusta viajar al campo, porque allí puedo verte todo el verde posible…me encanta.
Me gusta la gente morena, porque tienen un sabor al bailar.
Me gustan los hombres mayores, porque sus consejos son más certeros.
Me gustan los hombres menores, porque así no olvido mi lado pequeño e infantil.
Me gusta leer, porque así tendré más temas de conversación y podre replicar.
Me gusta llevar la contraria, porque así puedo ver el nivel de tolerancia y paciencia de la otra persona.
Me gusta estar sola algunos fines de semana, porque quiero un tiempo para mi sola.
Me gusta y me seguirán gustando mucho más cosas, pero por ahora solo quiero escribir sobre estas.
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